Cinco poemas de Juan de Tassis (conde de Villamediana)

Deportes en el río Pisuerga

¡Cuán diferente de lo que algún día,
y aun en parte también bien diferente
de lo que el tiempo ya me tiene ausente,
vi correr de Pisuerga el agua fría!

Que ya trocada la fortuna mía
en mal mudo este bien, y no consiente
que el corazón declare el accidente
del que hoy muere y también del que vivía.

Siga conmigo su costumbre el hado,
no se alteren las leyes de mudanza,
muera envidioso el que vivió envidiado;

busque medios quien medios nunca alcanza
porfié cuanto más desengañado
el que se desterró de la esperanza.

*

Tan peligroso y nuevo es el camino
por donde lleva Amor mi pensamiento,
que en solo los discursos de mi intento
aprueba la razón su desatino.

Efecto nunca visto y peregrino,
enloquecer de puro entendimiento
un sujeto incapaz del escarmiento,
ciego por voluntad y por destino.

Amor no guarda ley, que la hermosura
es lícita violencia y tiranía
que obliga con los mismos que maltrata.

Su fin es fuerza, y esperar locura,
pues es tal por su causa el ansia mía,
que de mí que la tengo se recata.

*

Determinarse y luego arrepentirse,
empezarse a atrever y acobardarse,
arder el pecho y la palabra helarse,
desengañarse y luego persuadirse;

comenzar una cosa y advertirse,
querer decir su pena y no aclararse,
en medio del aliento desmayarse,
y entre temor y miedo consumirse;

en las resoluciones, detenerse,
hallada la ocasión, no aprovecharse,
y perdido de cólera encenderse,

y sin saber por qué desvanecerse;
efectos son de amor; no hay que espantarse,
que todo del amor puede creerse.

*

Vuelvo a probar segunda vez, Fortuna,
efectos de tus iras, agraviados
con tristes experiencias, observados
los varios movimientos de tu luna.

Despediré esperanzas una a una,
si ellas mal, sus avisos bien logrados,
cuando entre engaños ya desengañados,
ambicioso anhelar no me importuna.

Son, para mí, razón las sinrazones;
en mudo sufrimiento a veces leo
noticias que di al tiempo de mi daño.

Callare quejas, beberé pasiones,
para que vez segunda mi deseo
no pise en el umbral del desengaño.

*

DEFINICIÓN DE LA MUJER

Es la mujer un mar todo fortuna,
una mudable vela a todo viento;
es cometa de fácil movimiento,
sol en el rostro y en el alma luna.

Fe de enemigo sin lealtad ninguna,
breve descanso e inmortal tormento;
ligera más que el mismo pensamiento,
y de sufrir pesada e importuna.

Es más que un áspid arrogante y fiera;
a su gusto de cera derretida,
y al ajeno más dura que la palma;

es cobre dentro y oro por de fuera,
y es un dulce veneno de la vida
que nos mata sangrándonos el alma.

***